Se trata de una antigua fiesta pastoril -dedicada en sus orígenes al
dios Jano, de donde procede su nombre (Dies Januaria)- que se conservó
en los valles de Iguña, Anievas y Toranzo hasta principios del siglo
XX. Recuperada desde 1980, actualmente se celebra en el valle de Iguña,
donde curiosamente el pico que domina este valle es el pico Jano.
Consiste
en una mascarada de invierno, es el primer carnaval del año.Tiene lugar
en los primeros días del año, relacionada con ritos de expulsión
del Año Viejo, y consiste en una mascarada en la que sólo participan
hombres, aunque en ella aparecen representadas figuras femeninas. La fiesta
gira en torno a los zamarracos. Otras figuras que perduran desde antiguo son
la Lumia y el Oso; de incorporación más reciente son la Madama
-mozo travestido y emperifollado-, que camina junto a su Galán; la Pepa
o Pepona, personaje doble que simula a un aldeano montado a horcajadas sobre
la espalda de una mujer y que se conseguía colocando un armazón
con un pelele sobre el cuerpo de un mozo; el Hidalgo; el Indiano y el Jándalo.
Descripción de algunos personajes
El zarramaco. También llamado campanero, es hombre con
el cuerpo cubierto de piel de oveja de la que penden grandes y numerosos campanos
que hacen sonar desaforadamente en el curso de sus desenfrenadas danzas; en
la mano llevan un garrote y el rostro aparece ennegrecido, (no se descarta la
posibilidad de que en un tiempo llevara dos caretas de piel de oveja o cuero
de buey, una anterior y otra posterior). Atado a la cabeza y cubriendo la frente
lleva un pañuelo y sobre él un gorro con barbuquejo, a modo de
cucurucho, lleno de rosetones y cascabeles en el vértice, empenachado
de cintas y garcetas.
Las esteras o,felpudos, de pieles de oveja, cumplen una doble función,
como disfraz de rasgos zoomórficos y como elemento protector de las rozaduras
producidas por el movimiento de los grandes campanos colocados en el pecho y
la espalda, arriba los de mayor tamaño y en la cintura los menudos, todos
ellos fuertemente sujetos con sogas.
Unas
polainas de piel y alpargatas blancas completan el atavío del personaje.
En la mano lleva un porro que utiliza para apoyarse y realizar sus zarandeos.
La madama. Es un mozo travestido que sobre los bucles de una
melena larga lleva un sombrero de paja coronado de flores. Enaguas rizadas y
almidonadas; calzones empuntillados con un lazo de seda en la cintura, sobré
el corpiño, un sin número de gargantillas, collares y baratijas,
finos guantes blancos y un abanico en la mano, que sirve para airear las mejillas
sonrosadas de una cara blanca y empolvada.
Unas medias y alpargatas blancas completan el disfraz. Representa con sus flores,
adornos y colorido a la primavera.
El galán. Igualmente denominado mancebo, acompaña
a la madama y es un personaje atildado y presumido con pantalón blanco
escarpelado, camisa con encajes, brazaletes, fajines -y pañuelo de seda
cruzado en banda sobre el pecho, guantes, alpargatas y medias blancas. Camina
apoyado sobre un bastón.
La pepa o pepona. Es la figura carnavalesca que mejor simboliza
en sus formas esperpénticas el año viejo que muere. Se representa
por un mozo de rostro encaretado, con una boina, un pañuelo al cuello
y sobre el hombro una escoba de la que pende una vejiga, que lleva sobre la
cintura un miriñaque, que le da forma de vientre orondo y que soporta
al muñeco relleno de paja, que encarna a una mujer vieja, vestida de
saya con bajos estampados, pañuelo negro, de la que sobresalen unas piernas
de trapo.
El trapajón. Es un muchacho cuyo traje está
realizado con mazorcas, hierbas, brezo y otras plantas.
El trapero. Están disfrazados, incluyendo el sombrero
y el traje, con tiras de trapo.
El oso y el amo. Es el número central de la fiesta.
Es oso hiberna durante estas fechas y su salida es señal de primavera,
de buen tiempo, representa los males y las desgracias.
Se trata de la simulación de un animal (oso), el disfraz está
confeccionado con pieles de ovejas, y va sujeto mediante una cadena al amo,
del que recibe instrucciones de domesticación a base de latigazos y zarandeos.
Es perseguido hasta darle muerte, para acabar con los males, desgracias y como
medio de preservar los ganados.
El amo lleva al oso atado, al que controla y domina. Tiene la cara ennegrecida,
vestimenta a la usanza y en la mano porta una larga vara.
Los danzarines. Son dos. Vestidos con camisa y pantalón
de saco, llevan la cara pintada de blanco.
Se apoyan una larga vara, yendo delante de los demás personajes, dando
saltos y piruetas al mismo tiempo que van abriendo paso entre el público.
Historia de la acción festiva
Esta fiesta tenía lugar el día de Nochevieja, pero, en realidad,
los prolegómenos de la celebración se iniciaban con anterioridad,
cuando los mozos bajaban del puerto los campanos de cabaña y se reunían
en la cantina para ultimar los detalles del desarrollo festero y distribuir
los disfraces de cada personaje de la comparsa carnavalesca, atendiendo a las
particularidades de cada uno.
El último día del año, por la mañana, los participantes
se iban juntando en la campa próxima a la iglesia; allí esperaban
la salida de los vecinos de Misa, para dar comienzo a la fiesta, anunciada por
el tañido de las campanas.
Los vijaneros deambulaban durante todo el día por la aldea y sus confines
recaudando aguinaldos, cantando, danzando, recitando coplas satíricas,
en un festival permanente de zarandeos, cabriolas, piruetas, parodias y dramas
satíricos.
Al atardecer (en ocasiones al principio de la fiesta) se dirigían a los
límites del pueblo al encuentro de otros mozos que festejaban su propia
Vijanera; y una vez cara a cara, se ofrecían guerra o paz; si resultaba
paz, se hermanaban en un abrazo colectivo y continuaban riendo y danzando; si,
por el contrario, resultaba guerra, se enzarzaban en fieras luchas hasta hartarse
a puñetazos (simulados o reales).
El zarramaco tenía como funciones "abrir corro" y "hacer
campo" para que bailasen los danzantes. También divertía
al público con sus pantomimas grotescas, salta y se agitaba produciendo
ruidos atronadores con los enormes campanos que soportaba. Era un bailador endiablado,
de gestos bruscos, retozones y espectaculares, que distraía con sus movimientos,
ora remolones, ora discolados.
Con
la tarde, en un lugar público, daba comienzo un baile popular con aires
de la tierra; en ese instante, dos zarramacos partían a los extremos
limítrofes de la aldea, donde agitaban sus pesados cencerros sin remontar
la línea fronteriza con el pueblo aledaño. Allí, recaudaban
dinero entre las gentes que venían al pueblo a presenciar o participar
en el festejo. Entre tanto, los restantes vijaneros recorrían las callejas
de la aldea.
La Pepa, el oso y el vagabundo, el indiano, etcétera, iban tejiendo una
representación caricaturesca y satírica de hechos sociales de
la vida cotidiana. El galán y su pareja, la madama, danzaban conjuntamente
y partían su andadura con saltos y cabriolas del mancebo y la continuaban,
unas veces a la zaga y otras del bracete, con pasos diligentes y presurosos.
Solían participar en escenas amorosas y de celos, poniendo de manifiesto
toda una chismografía de relaciones entre el hombre y la mujer. Cuando
alguien se atrevía a levantar las enaguas de la madama o a tocar su cuerpo,
el galán se enfadaba y repartía fuertes vejigazos con indignación,
actitud proteccionista que ella agradecía, cariñosa y socarrona.
En otras ocasiones, la madama incitaba a los espectadores remangando sus ropas
en busca de la faltriquera, ocasión en que exhibía públicamente
sus encantos secretos y prendas íntimas.
Interpretación de la Vijanera
La Vijanera es una fiesta de gran riqueza estética y representativa.
En su estructura aparece un abundante entramado dé símbolos y
elementos significativos que se interrelacionan en un todo único, constituyendo
un excelente ejemplo de acción festiva, creación y redundancia
social.
Fiesta carnavalesca
La
Vijanera es una mascarada de invierno, dentro del tiempo festivo del ciclo carnavalesco
(diciembre-cuaresma).Forma parte de la cultura y el lenguaje de la plaza pública,
como medio de libre expresión, que propicia: el jolgorio, los disfraces,
la sátira, el realismo grotesco, los desagravios colectivos, la inversión
de los roles sexuales (la madama), liberación de tabúes, disolución
simbólica de las diferencias sociales (indianos, hidalgos, bruja, médico,
etcétera); es decir, la trasgresión temporal del orden social
establecido. Revalorización del espacio público, retomando sus
funciones expresivas y convivencias al servicio del drama satírico, de
la farsa y el esperpento. Las calles, plazas, boleras, etcétera, se convierten
en un territorio "purificado", donde la vida cotidiana remonta su
carácter ordinario hacia la fiesta para realizar la utopía, un
mundo al revés, en el que se explicitan los conflictos y tensiones sociales
de la comunidad
Ambigüedad y polivalencia de los mascarones, que aparecen como elementos
que conllevan significaciones contradictorias, donde la negación no existe
en pureza, sino como conjunción de la que surge lo nuevo (vieja-niña;
año viejo-año nuevo; muerte-vida, etcétera).
Ritual de paso
En esta lectura de la Vijanera es donde mejor se destaca la duplicidad de sus
significados:
- La Vijanera encarna el paso, la transición de un año a otro;
regula el cambio de fechas y de la actividad económica dentro de la ganadería.
- La vieja parturienta, en su preñez grotesca, alumbra un niño
o un gato (realza su rango esperpéntico). Aquí aparecen dos vidas
en un solo cuerpo y la oposición entre el cuerpo socialmente deforme
de la vejez y el embrionario de la vida nueva. Este mismo hecho se repite en
la pepa, donde una vieja (lo viejo) es zarandeada por un mozo (lo nuevo).
El zarramaco, en tiempos, llevaba dos caretas una delante (lo que viene) y otras
atrás (lo que se va). Además se coloca en s límites extremos
del pueblo, entrada y salida con sus cencerros, aspecto este que dos introduce
en otra dimensión de la Vijanera; el ritual de límites, directamente
lacionado con el de paso.
Demarcación de límites simbólicos
La acción guerrera, real o simulada, entre vecinos de pueblos colindantes
en una zona limítrofe, con su ritual de paz o ¡erra, tiende a autoafirmar
la identidad grupal (lo propio-lo foráneo) y a fortalecer solidaridad
vecinal (paz), a negarla (guea). Mediante los aguinaldos, dentro del ,-opio
territorio o entre comunidades distintas se preserva la solidaridad y convivencia
necesaria, para mantener el equilibrio del ecosistema, sobre manera cuando ciste
una explotación económica común bienes (pastos, bosques,
etcétera).
Superación de limites propios como tendencia a la indivisión,
la autoidentidad la interrelación con otras comarcas o regiones por necesidades
comerciales (feas, mercados, etcétera). Ese es el caso de la inclusión
de los pasiegos y maragatos en la comparsa.
Preservación de males
El zarramaco, con los cencerros atroando por el pueblo y sus confines, realiza
una función expulsoria de los males fuera e la comunidad, para que éstos
no afecten a personas, animales o pastos.
El personaje de la bruja queda íntegrao en el conjunto festivo, al tiempo
que es delatada su presencia, reduciendo sus pociones oscurantistas y maléficas.
Expulsión del año viejo y con él todos los problemas pasados,
que a través del desagravio con coplas satíricas y burlesas públicas
hacen posible el equilibrio interindividual que resulta de unas relaciones económicas
y sociales autárquicas.
Apaleo o matanza simbólica del oso, como medio de preservación
de los ganados, expuestos a su ferocidad, ya que ello forma parte sustancial
de la economía familiar. En este rito se produce una ambivalencia de
carácter paródico cuando el animal se niega a sí mismo
e imita el cuidado del ganado.
Sexualidad
Inversión de los roles sexuales mediante el travestismo de la madama
y las parturientas (mozos).
- Sátira sobre las relaciones de la pareja, ya que las acciones amorosas
del galán y la madama exteriorizan un universo de valores, prejuicios
y tabúes y liberan el lenguaje y los impulsos reprimidos mediante la
parodia y el juego.
- Autoafirmación de la virilidad y el papel preponderante de los mozos
que organizan la fiesta y la protagonizan, haciendo alarde y exhibición
de su fuerza, resistencia y pericia; todos ellos valores socialmente dominantes
y deseados para su edad y oficio, propios biológicamente de la mocedad
y de aquellos que aspiran a ser elegidos en los emparejamientos. Hecho que se
superpone a la actividad ganadera (pieles de ganado del zarramaco con campanos-fertilidad-virilidad-reproducción
del ganado).
- Comida en honor a las mozas, como tiempo y forma de solidaridad, de charlas
libres y franqueza, que estimulan la selección de pareja y el acercamiento
que da lugar a noviazgos posteriores (comidafuerza-fertilidad-sexualidad-reproducción).
La estructura social
La Vijanera es una fiesta de redundancia y de negación de la estructura
social, la reproduce cuando interioriza sus costumbres y valores tradicionales
y la rechaza cuando altera festivamente el orden social dominante.
- Claro protagonismo de los varones como subgrupo social que hegemoniza todos
los rituales. Demarcación de roles sociales (Vijaneras de niños,
quintos y viejos) diferenciados, que a la vez resultan un nuevo ritual de paso
(la edad). Los mozos son el conjunto fundamental para la reproducción
y la producción de bienes económicos, sociales y culturales y
en ellos recaen las nuevas responsabilidades de hacer que la comunidad sea rica,
prestigiosa y que sus costumbres ancestrales sean transmitidas de generación
en generación.
- Igualación simbólica de los distintos status sociales (vieja,
médico, niño, indiano, hidalgo, jándalo, etcétera),
con relativa independencia de sus papeles reales en la vida cotidiana.
- Afirmación de la mujer como elemento socializador, que encauza la
transgresión momentánea del varón hacia los valores endógamos,
de afirmación del grupo y estabiliza las relaciones intervecinales.
Como se desprende de la interpretación de la fiesta, en la Vijanera,
la sociedad se representa a sí misma, su lado bueno y su lado malo; se
reflejan las relaciones entre los hombres, la Naturaleza y los animales. No
se fundamenta en una única concepción, ya que cada elemento del
conjunto y la acción festiva ritual encaja en un orden de la estructura
social, donde encuentra su razón de ser y la potencialidad creativa de
un mundo distinto, que define el universo carnavelesco y la utopía que
éste encierra.
Videos del 2005
Vijanera
(886 Kb)
El
parto (878 Kb)
Muerte
del Oso (2620 Kb)
fotos antiguas y copla..
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